Con las primeras vísperas de hoy comienza el Adviento y, con él, el nuevo año litúrgico. Así como el año natural está determinado por la revolución de la Tierra alrededor del Sol, a través del año litúrgico la existencia del cristiano gira en torno a Jesucristo, el Sol de Justicia, que da la vida sobrenatural de la gracia, a semejanza del astro rey, que con su luz y calor posibilita la vida material. La asimilación de Nuestro Señor a éste ha llevado a fijar la fecha de la Navidad coincidiendo con el solsticio de invierno en el hemisferio septentrional, que es cuando el Sol, que ha llegado a su máxima declinación respecto del ecuador, comienza nuevamente su ascenso, como si renaciera. De esta manera se simboliza la acción redentora de Jesucristo que renueva toda la creación.
Conviene recordar cómo está diseñado el año litúrgico. Gira éste en torno a un doble eje, constituido por los dos grandes misterios cristológicos: el de la Encarnación y el de la Redención. Éstos determinan los dos ciclos sobre los que se articula el llamado propio del tiempo: el ciclo de Navidad-Epifanía y el ciclo de Pascua-Pentecostés. Ambos son simétricos, pues están estructurados de la misma manera. También son dinámicos, ya que se dividen en tres tiempos con diferente ritmo: un tiempo lento de preparación, un tiempo vivo de celebración y un tiempo apacible de prolongación. Así pues, tenemos el siguiente esquema:
Conviene recordar cómo está diseñado el año litúrgico. Gira éste en torno a un doble eje, constituido por los dos grandes misterios cristológicos: el de la Encarnación y el de la Redención. Éstos determinan los dos ciclos sobre los que se articula el llamado propio del tiempo: el ciclo de Navidad-Epifanía y el ciclo de Pascua-Pentecostés. Ambos son simétricos, pues están estructurados de la misma manera. También son dinámicos, ya que se dividen en tres tiempos con diferente ritmo: un tiempo lento de preparación, un tiempo vivo de celebración y un tiempo apacible de prolongación. Así pues, tenemos el siguiente esquema:
CICLO DE NAVIDAD-EPIFANÍA
Preparación: Tiempo de ADVIENTO
Celebración: Tiempo de NAVIDAD
Prolongación: Tiempo DESPUÉS DE EPIFANÍA
Prolongación: Tiempo DESPUÉS DE EPIFANÍA
CICLO DE PASCUA-PENTECOSTÉS
Preparación Remota: Tiempo de SEPTUAGÉSIMA
Preparación Próxima: TIEMPO DE CUARESMA
Preparacón Inmediata: Tiempo de PASIÓN
Celebración: Tiempo de PASCUA
Prolongación: Tiempo DESPUÉS DE PENTECOSTÉS
El tiempo de Adviento es tiempo de penitencia y conversión (de ahí el color morado de los ornamentos, la ausencia de flores y el enmudecimiento del órgano), aunque no tan rígido como el de Cuaresma. Es una expectación gozosa, por lo cual el ayuno y la abstinencia son más mitigados. Los cuatro domingos de este tiempo representan la espera de la Humanidad por su Redentor a través de los cuatro milenios del Antiguo Testamento o las cuatro Edades de la Antigüedad (la Edad de Oro, de Plata, de Bronce y de Hierro).
Las figuras sobresalientes del Adviento son la Santísima Virgen, cuya Inmaculada Concepción constituye una pausa de solemne regocijo en medio de este tiempo penitencial, y San Juan Bautista, el Precursor, que anuncia al Cordero de Dios que quita los pecados del mundo y que nos exhorta a preparar los caminos del Señor. La Virgen María representa la esperanza porque es portadora de la salvación, mientras el Bautista representa la penitencia, que predicaba de palabra y obra.
También tiene el Adviento un sentido escatológico. Al mismo tiempo que conmemoramos la primera venida del Mesías, esperamos su segunda venida gloriosa. Por eso en la primera domínica de este tiempo el Evangelio nos presenta el cuadro de la Parusía, enlazando así con la última dominica del tiempo después de Pentecostés, en la cual se habla del juicio universal, cuando se manifestará Jesucristo en gloria y majestad para inaugurar su reino, que no tendrá fin.
Como ejercicio piadoso muy útil y apropiado para este tiempo, se propone a continuación unas preciosas letanías sacadas de la Sagrada Escritura y publicadas en un antiguo texto de 1618 titulado Fasciculus Sacrarum Orationum et Litaniarum ad usum quotidianum Christiani hominis, ex sanctis Scripturis et Patribus collectus. Se encuentran en el magnífico sitio internet Thesaurus Precum Latinarum (http://www.preces-latinae.org/index.htm).
Las figuras sobresalientes del Adviento son la Santísima Virgen, cuya Inmaculada Concepción constituye una pausa de solemne regocijo en medio de este tiempo penitencial, y San Juan Bautista, el Precursor, que anuncia al Cordero de Dios que quita los pecados del mundo y que nos exhorta a preparar los caminos del Señor. La Virgen María representa la esperanza porque es portadora de la salvación, mientras el Bautista representa la penitencia, que predicaba de palabra y obra.
También tiene el Adviento un sentido escatológico. Al mismo tiempo que conmemoramos la primera venida del Mesías, esperamos su segunda venida gloriosa. Por eso en la primera domínica de este tiempo el Evangelio nos presenta el cuadro de la Parusía, enlazando así con la última dominica del tiempo después de Pentecostés, en la cual se habla del juicio universal, cuando se manifestará Jesucristo en gloria y majestad para inaugurar su reino, que no tendrá fin.
Como ejercicio piadoso muy útil y apropiado para este tiempo, se propone a continuación unas preciosas letanías sacadas de la Sagrada Escritura y publicadas en un antiguo texto de 1618 titulado Fasciculus Sacrarum Orationum et Litaniarum ad usum quotidianum Christiani hominis, ex sanctis Scripturis et Patribus collectus. Se encuentran en el magnífico sitio internet Thesaurus Precum Latinarum (http://www.preces-latinae.org/index.htm).
LITANIAE PRO TEMPORE ADVENTVS
Kyrie eleison.
Christe eleison.
Kyrie eleison.
Christe, audi nos.
Christe, exaudi nos.
Pater de caelis Deus,
R. miserere nobis.
Fili redemptor mundi Deus,
R. miserere nobis.
Spiritus Sancte Deus,
R. miserere nobis.
Sancta Trinitas, unus Deus,
R. miserere nobis.
Verbum Patris, per quod facta sunt omnia,
R. miserere nobis.
Verbum caro factum,
R. miserere nobis.
Messia in lege promisse,
R. miserere nobis.
Mysticis praefigurate miraculis,
R. miserere nobis.
Oraculis praenuntiate Propheticis,
R. miserere nobis.
Ab Angelis annuntiate,
R. miserere nobis.
A Regibus concupite,
R. miserere nobis.
Cunctis gentibus desiderate,
R. miserere nobis.
A Patre in mundum misse,
R. miserere nobis.
De Spiritu Sancto concepte,
R. miserere nobis.
Sapientia de sede magnitudinis Dei emissa,
R. miserere nobis.
Desiderium collium aeternorum,
R. miserere nobis.
Ros in vellere Gedeonis,
R. miserere nobis.
Ignis Rubum inflammans, sed non comburens,
R. miserere nobis.
Scala Iacob,
R. miserere nobis.
Flos de radice Iesse,
R. miserere nobis.
Flos virgae Aaronis,
R. miserere nobis.
Flos apparens in terra nostra,
R. miserere nobis.
Odor agri cui benedixit Dominus,
R. miserere nobis.
Thymiama odoris suavissimi super altare aureum,
R. miserere nobis.
Nardus et Cinnamomum in horto concluso,
R. miserere nobis.
Signaculum super cor positum,
R. miserere nobis.
Lapis de morte sine manibus abscisse,
R. miserere nobis.
Aqua salutaris de cisterna Bethlehemitica,
R. miserere nobis.
Vinum novum in utre novo,
R. miserere nobis.
Aqua viva fluens cum impetu de Libano,
R. miserere nobis.
Lignum vitae in medio paradisi plantatum,
R. miserere nobis.
Fons in Paradiso scaturiens,
R. miserere nobis.
Aqua vitae in fonte signato,
R. miserere nobis.
Lucerna supra candelabrum mundissimum,
R. miserere nobis.
Stella Iacob,
R. miserere nobis.
Virga de Israel,
R. miserere nobis.
Sol amiciens mulierem,
R. miserere nobis.
Vir a muliere circumdate,
R. miserere nobis.
Veritas de terra orta,
R. miserere nobis.
Iustitia de caelo prospiciens,
R. miserere nobis.
Salvator per portam clausam ingresse,
R. miserere nobis.
Princeps in porta orientali sedens,
R. miserere nobis.
Semen mulieris caput serpentis conterens,
R. miserere nobis.
Semen Abrahae; in quo omnes Gentes benedicentur,
R. miserere nobis.
Salus et expectatio nostra,
R. miserere nobis.
Emmanuel noster,
R. miserere nobis.
Propitius esto,
R. parce nobis, Domine.
Propitius esto,
R. exaudi nos, Domine.
Propitius esto,
R. libera nos, Domine.
Ab omni malo,
R. libera nos, Domine.
Ab omni peccato,
R. libera nos, Domine.
A corde duro et perverso,
R. libera nos, Domine.
Ab omni mala consuetudine,
R. libera nos, Domine.
Ab omni inordinata passione,
R. libera nos, Domine.
Ab omni asperitate morum,
R. libera nos, Domine.
Ab omni malitia et nequitia,
R. libera nos, Domine.
A mala et aeterna morte,
R. libera nos, Domine.
Per aeternam praedestinationem tuam,
R. libera nos, Domine.
Per adventum tuum,
R. libera nos, Domine.
Per mysterium sanctae incarnationis tuae,
R. libera nos, Domine.
Per immaculatam conceptionem tuam,
R. libera nos, Domine.
Per fidem et obedientiam gloriosae Virginis,
R. libera nos, Domine.
Per virginalem fecunditatem matris tuae,
R. libera nos, Domine.
Per gratiae plenitudinem matri tuae communicatam,
R. libera nos, Domine.
In die Iudicii,
R. libera nos, Domine.
Peccatores,
R. te rogamus audi nos.
Ut a peccatis nostris salvos nos facere digneris,
R. te rogamus audi nos.
Ut omnes actiones nostras ad te dirigere digneris,
R. te rogamus audi nos.
Ut paratam tibi in nobis mansionem facere digneris,
R. te rogamus audi nos.
Ut omnem superbiae montem in nobis humiliare digneris,
R. te rogamus audi nos.
Ut omnem pusillanimitatis vallem tua gratia in nobis implere digneris,
R. te rogamus audi nos.
Ut nos in te semper exultare et glorificare concedas,
R. te rogamus audi nos.
Ut humilitatem nostram aspicere, et brachium tuae potentiae super nos extendere digneris,
R. te rogamus audi nos.
Ut nos egenos tuis bonis implere digneris,
R. te rogamus audi nos.
Ut nos regni tui cohaeredes efficias,
R. te rogamus audi nos.
Ut nos exaudire digneris,
R. te rogamus audi nos.
Fili Dei,
R. te rogamus audi nos.
Agnus Dei, qui tollis peccata mundi,
R. parce nobis, Domine.
Agnus Dei, qui tollis peccata mundi,
R. exaudi nos, Domine.
Agnus Dei, qui tollis peccata mundi,
R. miserere nobis.
Christe, audi nos.
Christe, exaudi nos.
Kyrie eleison.
Christe eleison.
Kyrie eleison.
Pater noster…
Et ne nos inducas in tentationem.
R. Sed libera nos a malo.
Veni ad liberandum nos, Domine Deus virtutum,
R. Ostende faciem tuam et salvi erimus.
Memento nostri Domine in beneplacito populi tui,
R. Visita nos in salutari tuo.
Ostende nobis Domine misericordiam tuam,
R. Et salutare tuum da nobis.
Domine, exaudi orationem meam,
R. Et clamor meus ad te veniat.
Oremus.
EXCITA quaesumus, Domine, potentiam tuam, et veni, ut ab imminentibus peccatorum nostrorum periculis te mereamur protegente eripi, te liberante salvari.
CONSCIENTIAS nostras quaesumus, Domine, visitando purifica, ut veniens Dominus noster Iesus Christus Filius tuus, paratam sibi in nobis inveniat mansionem.
DEUS, qui nos in tantis periculis constitutos, pro humana scis fragilitate non posse subsistere, da nobis salutem mentis et corporis, ut ea, quae pro peccatis nostris patimur, te adiuvante, vincamus.
OMNIPOTENS et mitissime Deus, respice propitius preces nostras, et libera corda nostra de malarum tentationibus cogitationum, ut Sancti Spiritus dignum fieri habitaculum mereamur.
PRAESTA, quaesumus omnipotens Deus, ut redemptionis nostrae sacra mysteria, et praesentis nobis vitae subsidia conferant, et aeternae beatitudinis praemia largiantur. Per Dominum nostrum Iesum Christum Filium tuum, qui tecum vivit et regant in unitate Spiritus Sancti, Deus, per omnia saecula saeculorum. Amen.
CONSCIENTIAS nostras quaesumus, Domine, visitando purifica, ut veniens Dominus noster Iesus Christus Filius tuus, paratam sibi in nobis inveniat mansionem.
DEUS, qui nos in tantis periculis constitutos, pro humana scis fragilitate non posse subsistere, da nobis salutem mentis et corporis, ut ea, quae pro peccatis nostris patimur, te adiuvante, vincamus.
OMNIPOTENS et mitissime Deus, respice propitius preces nostras, et libera corda nostra de malarum tentationibus cogitationum, ut Sancti Spiritus dignum fieri habitaculum mereamur.
PRAESTA, quaesumus omnipotens Deus, ut redemptionis nostrae sacra mysteria, et praesentis nobis vitae subsidia conferant, et aeternae beatitudinis praemia largiantur. Per Dominum nostrum Iesum Christum Filium tuum, qui tecum vivit et regant in unitate Spiritus Sancti, Deus, per omnia saecula saeculorum. Amen.
V. Domine exaudi orationem meam.
R. Et clamor meus ad te veniat.
V. Benedicamus Domino.
R. Deo gratias.
V. Et fidelium animae per misericordiam Dei requiescant in pace.
R. Amen.
LETANÍAS PARA EL TIEMPO DE ADVIENTO
Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios Padre Celestial,
R. Ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo,
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios Padre Celestial,
R. Ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo,
R. Ten misericordia de nosotros.
Dios Espíritu Santo,
Dios Espíritu Santo,
R. Ten misericordia de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios,
Santa Trinidad, un solo Dios,
R. Ten misericordia de nosotros.
Verbo de Dios, por quien todas las cosas ha sido hechas,
Verbo de Dios, por quien todas las cosas ha sido hechas,
R. Ten misericordia de nosotros.
Palabra hecha carne,
Palabra hecha carne,
R. Ten misericordia de nosotros.
Mesías prometido en la Ley,
Mesías prometido en la Ley,
R. Ten misericordia de nosotros.
Prefigurado por místicos milagros,
Prefigurado por místicos milagros,
R. Ten misericordia de nosotros.
Predicho por los Profetas,
Predicho por los Profetas,
R. Ten misericordia de nosotros.
Anunciado por Ángeles,
Anunciado por Ángeles,
R. Ten misericordia de nosotros.
Deseado por los Reyes,
Deseado por los Reyes,
R. Ten misericordia de nosotros.
Anhelado por las naciones,
Anhelado por las naciones,
R. Ten misericordia de nosotros.
Enviado al mundo por el Padre,
Enviado al mundo por el Padre,
R. Ten misericordia de nosotros.
Concebido por el Espíritu Santo,
Concebido por el Espíritu Santo,
R. Ten misericordia de nosotros.
Sabiduría enviada desde el trono de la gloria de Dios,
Sabiduría enviada desde el trono de la gloria de Dios,
R. Ten misericordia de nosotros.
Deseo de los collados eternos,
Deseo de los collados eternos,
R. Ten misericordia de nosotros.
Rocío en el vellocino de Gedeón,
Rocío en el vellocino de Gedeón,
R. Ten misericordia de nosotros.
Zarza ardiente en fuego incombustible,
Zarza ardiente en fuego incombustible,
R. Ten misericordia de nosotros.
Escala de Jacob,
Escala de Jacob,
R. Ten misericordia de nosotros.
Flor de la raíz de Jesé,
Flor de la raíz de Jesé,
R. Ten misericordia de nosotros.
Flor de la vara de Aarón,
Flor de la vara de Aarón,
R. Ten misericordia de nosotros.
Flor que aparece en nuestra tierra,
Flor que aparece en nuestra tierra,
R. Ten misericordia de nosotros.
Olor de campo bendecido por Dios,
Olor de campo bendecido por Dios,
R. Ten misericordia de nosotros.
Timiama de suavísimo olor sobre altar de oro,
Timiama de suavísimo olor sobre altar de oro,
R. Ten misericordia de nosotros.
Nardo y cinamomo en huerto cerrado,
Nardo y cinamomo en huerto cerrado,
R. Ten misericordia de nosotros.
Sello puesto sobre el corazón,
Sello puesto sobre el corazón,
R. Ten misericordia de nosotros.
Piedra mortal desprendida sin intervención de mano alguna,
Piedra mortal desprendida sin intervención de mano alguna,
R. Ten misericordia de nosotros.
Agua saludable sacada del pozo de Belén,
Agua saludable sacada del pozo de Belén,
R. Ten misericordia de nosotros.
Nuevo vino en nuevo odre,
Nuevo vino en nuevo odre,
R. Ten misericordia de nosotros.
Agua viva que fluye como torrente desde el Líbano,
Agua viva que fluye como torrente desde el Líbano,
R. Ten misericordia de nosotros.
Árbol de la Vida plantado en medio del Paraíso,
Árbol de la Vida plantado en medio del Paraíso,
R. Ten misericordia de nosotros.
Fuente que mana del Paraíso,
Fuente que mana del Paraíso,
R. Ten misericordia de nosotros.
Agua de la vida en fuente sellada,
Agua de la vida en fuente sellada,
R. Ten misericordia de nosotros.
Lámpara puesta sobre candelabro purísimo,
Lámpara puesta sobre candelabro purísimo,
R. Ten misericordia de nosotros.
Estrella de Jacob,
Estrella de Jacob,
R. Ten misericordia de nosotros.
Cetro de Israel,
Cetro de Israel,
R. Ten misericordia de nosotros.
Sol del que está vestida la Mujer,
Sol del que está vestida la Mujer,
R. Ten misericordia de nosotros.
Varón rondado por la mujer,
Varón rondado por la mujer,
R. Ten misericordia de nosotros.
Verdad que brota de la tierra,
Verdad que brota de la tierra,
R. Ten misericordia de nosotros.
Justicia que desciende del Cielo,
Justicia que desciende del Cielo,
R. Ten misericordia de nosotros.
Salvador que pasa por la puerta cerrada,
Salvador que pasa por la puerta cerrada,
R. Ten misericordia de nosotros.
Príncipe sentado en la puerta oriental,
Príncipe sentado en la puerta oriental,
R. Ten misericordia de nosotros.
Linaje de la mujer que aplasta la cabeza de la serpiente,
Linaje de la mujer que aplasta la cabeza de la serpiente,
R. Ten misericordia de nosotros.
Progenie de Abraham por la cual son bendecidas todas las naciones,
Progenie de Abraham por la cual son bendecidas todas las naciones,
R. Ten misericordia de nosotros.
Salvación y esperanza,
Salvación y esperanza,
R. Ten misericordia de nosotros.
Emmanuel nuestro,
Emmanuel nuestro,
R. Ten misericordia de nosotros.
Senos propicio,
Senos propicio,
R. perdónanos, Señor.
Senos propicio,
Senos propicio,
R. escúchanos, Señor.
Senos propicio,
Senos propicio,
R. líbranos Señor.
De todo mal,
De todo mal,
R. líbranos Señor.
De todo pecado,
De todo pecado,
R. líbranos Señor.
De un corazón duro y perverso,
De un corazón duro y perverso,
R. líbranos Señor.
De toda costumbre malvada,
De toda costumbre malvada,
R. líbranos Señor.
De toda pasión desordenada,
De toda pasión desordenada,
R. líbranos Señor.
De toda aspereza de costumbres,
De toda aspereza de costumbres,
R. líbranos Señor.
De toda malicia e indolencia,
De toda malicia e indolencia,
R. líbranos Señor.
De una mala y eterna muerte,
De una mala y eterna muerte,
R. líbranos Señor.
Por tu predestinación desde toda la eternidad,
Por tu predestinación desde toda la eternidad,
R. líbranos Señor.
Por tu advenimiento,
Por tu advenimiento,
R. líbranos Señor.
Por el misterio de tu santa Encarnación,
Por el misterio de tu santa Encarnación,
R. líbranos Señor.
Por tu virginal e inmaculada concepción,
Por tu virginal e inmaculada concepción,
R. líbranos Señor.
Por la fe y la obediencia de la gloriosa Virgen,
Por la fe y la obediencia de la gloriosa Virgen,
R. líbranos Señor.
Por la virginal fecundidad de tu Santísima Madre,
Por la virginal fecundidad de tu Santísima Madre,
R. líbranos Señor.
Por la plenitud de gracia comunicada a tu Madre,
Por la plenitud de gracia comunicada a tu Madre,
R. líbranos Señor.
En el día del Juicio,
En el día del Juicio,
R. líbranos Señor.
Nosotros pecadores,
R. te rogamos, óyenos.
Que te dignes salvarnos de nuestros pecados,
Nosotros pecadores,
R. te rogamos, óyenos.
Que te dignes salvarnos de nuestros pecados,
R. te rogamos, óyenos.
Que te dignes dirigir a Ti todas nuestras acciones,
Que te dignes dirigir a Ti todas nuestras acciones,
R. te rogamos, óyenos.
Que te dignes hacer que tengamos para Ti nuestra morada preparada,
Que te dignes hacer que tengamos para Ti nuestra morada preparada,
R. te rogamos, óyenos.
Que te dignes allanar en nosotros todo monte de soberbia,
Que te dignes allanar en nosotros todo monte de soberbia,
R. te rogamos, óyenos.
Que te dignes rellenar con tu gracia todo valle de pusilanimidad,
Que te dignes rellenar con tu gracia todo valle de pusilanimidad,
R. te rogamos, óyenos.
Que nos concedas gozarnos siempre en Ti y glorificarte,
Que nos concedas gozarnos siempre en Ti y glorificarte,
R. te rogamos, óyenos.
Que te dignes mirar nuestra humildad y extender sobre nosotros el brazo de tu poder,
Que te dignes mirar nuestra humildad y extender sobre nosotros el brazo de tu poder,
R. te rogamos, óyenos.
Que te dignes colmarnos a nosotros, pobres, de tus bienes,
Que te dignes colmarnos a nosotros, pobres, de tus bienes,
R. te rogamos, óyenos.
Que te dignes hacer de nosotros coherederos de tu reino,
Que te dignes hacer de nosotros coherederos de tu reino,
R. te rogamos, óyenos.
Que te dignes atendernos,
Que te dignes atendernos,
R. te rogamos, óyenos.
Hijo de Dios,
Hijo de Dios,
R. te rogamos, óyenos.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R. perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R. escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
R. ten misericordia de nosotros.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Padre nuestro…
Ven a liberarnos, Señor, Dios de las Virtudes.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Padre nuestro…
Ven a liberarnos, Señor, Dios de las Virtudes.
R. Muéstranos tu rostro y seremos salvos.
Acuérdate de nosotros, Señor, como el pueblo de tu beneplácito.
Acuérdate de nosotros, Señor, como el pueblo de tu beneplácito.
R. Visítanos con tu salvación.
Muéstranos, Señor, tu misericordia.
Muéstranos, Señor, tu misericordia.
R. Y danos tu salvación.
Señor, escucha nuestra oración.
Señor, escucha nuestra oración.
R. Y llegue a Ti mi clamor.
Oremos.
Excita, Señor, tu poder y ven, para que con tu protección merezcamos vernos libres de los inminentes peligros de nuestros pecados y con tu gracia podamos salvarnos.
Purifica, Señor, nuestras conciencias visitándolas, para que tu Hijo Jesucristo, Señor Nuestro, encuentre en nosostros al venir una morada preparada para Él.
Oh Dios, que sabes que nuestra humana fragilidad no puede subsistir a tantos peligros como nos acechan, danos salud de alma y de cuerpo para que, con tu ayuda, podamos superar los sufrimientos por nuestros pecados.
Todopoderoso e indulgente Dios, sé propicio a nuestras plegarias y libra nuestros corazones de las tentaciones de malos pensamientos para que merezcamos convertirnos en digna morada del Espíritu Santo.
Concede, te rogamos, Dios Todopoderoso, que los sagrados misterios de nuestra redención nos otorguen los auxilios necesarios a la vida presente y nos alcancen los premios de la bienaventuranza eterna. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
Purifica, Señor, nuestras conciencias visitándolas, para que tu Hijo Jesucristo, Señor Nuestro, encuentre en nosostros al venir una morada preparada para Él.
Oh Dios, que sabes que nuestra humana fragilidad no puede subsistir a tantos peligros como nos acechan, danos salud de alma y de cuerpo para que, con tu ayuda, podamos superar los sufrimientos por nuestros pecados.
Todopoderoso e indulgente Dios, sé propicio a nuestras plegarias y libra nuestros corazones de las tentaciones de malos pensamientos para que merezcamos convertirnos en digna morada del Espíritu Santo.
Concede, te rogamos, Dios Todopoderoso, que los sagrados misterios de nuestra redención nos otorguen los auxilios necesarios a la vida presente y nos alcancen los premios de la bienaventuranza eterna. Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
V. Señor, escucha mi oración.
R. Y llegue a Ti mi clamor.
V. Bendigamos al Señor.
V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.
V. Y las almas de los fieles difuntos por la misericordia de Dios descansen en paz.
V. Y las almas de los fieles difuntos por la misericordia de Dios descansen en paz.
R. Amén.
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