Muchas veces más de uno se habrá preguntado qué es lo que se reza en las cuentas adicionales del Rosario, aquellas que se hallan fuera del circuito de las cinco decenas y sirven como nexo de unión de éstas con el pequeño crucifijo que cuelga de la corona. En realidad nada hay especialmente prescrito. Lo esencial de esta devoción mariana –la devoción de las devociones– consiste en el rezo de cinco padrenuestros, cincuenta avemarías y cinco gloriapatris distribuidos en cinco series llamadas “decenas”, mientras se contempla uno de los cuatro grupos de misterios aprobados por la Iglesia (gozosos, luminosos, dolorosos y gloriosos). Incluso la salve y las letanías lauretanas son supererogatorias. De modo que para cumplir con alguna penitencia prescrita por el confesor o alguna promesa hecha de rezar el Santo Rosario, basta con rezar las cinco decenas meditando en los misterios correspondientes.
Sin embargo, la piedad popular ha ido añadiendo elementos que han hecho de este ejercicio un auténtico monumento de espiritualidad: invocación al Espíritu Santo, acto de contrición, ofrecimiento, introducción de los misterios mediante breves perícopas de la Sagrada Escritura, jaculatorias, acción de gracias con la salve y oración, letanías lauretanas, oración a San José y preces por las intenciones del Papa para ganar las indulgencias. En ocasiones también se intercalan cantos piadosos. Pero respecto a las cuentas adicionales no hay consenso: hay quienes simplemente las ignoran; otros las utilizan para la devoción de las Tres Avemarías; otros las emplean para jaculatorias, etc. Aquí vamos a proponer un modo sencillo de darles un sentido en consonancia con el significado del Rosario.
La primera cuenta (la que sigue inmediatamente a la medalla que sirve de unión a los cabos del circuito de las decenas) puede dedicarse para pedir al Espíritu Santo, dador de toda gracia, que haga fructificar en nuestros corazones lo que hemos contemplado en los misterios que acabamos de rezar. El grupito de tres cuentas es muy apto para invocar a la Santísima Virgen en sus relaciones peculiares con cada una de las tres Personas de la Santísima Trinidad (que, al fin y al cabo, es lo que nos resume el Rosario, llamado con razón “el Evangelio de María”), pidiéndole nuestra purificación. La última cuenta, la que precede a la crucecita, nos puede servir para unirnos, mediante el gloriapatri, a las alabanzas de Aquella cuya alma inmaculada magnifica al Señor porque ha hecho en Ella maravillas.
A continuación lo exponemos en modo pormenorizado en latín y castellano:
En la primera cuenta mayor:
Spiritus Sancte, Deus, fac in nobis contemplata sic fructificare ut prosint ad salutem animarum nostrarum (Oh Dios Espíritu Santo, haced que lo que hemos contemplado fructifique de tal manera en nosotros que nos aproveche para la salvación de nuestras almas). Pater noster…
En las cuentas menores:
1.- Sancta María, Filia Dei Patris, Virgo purissima et castissima ante partum, tibi offerimus animam nostram cum suis potentiis et rogamus te ut cogitationes nostras purifices (Santa María, Hija de Dios Padre, Virgen purísima y castísima antes del parto, te ofrecemos nuestra alma con sus potencias y te pedimos que purifiques nuestros pensamientos). Ave María.
2.- Sancta María, Mater Dei Filii, Virgo purissima et castissima in partu, tibi offerimus corpus nostrum cum suis sensibus et rogamus te ut verba nostra purifices (Santa María, Madre de Dios Hijo, Virgen purísima y castísima en del parto, te ofrecemos nuestro cuerpo con sus sentidos y te pedimos que purifiques nuestras palabras). Ave María.
3.- Sancta María, Sponsa Dei Spiritu Sancti, Virgo purissima et castissima post partum, tibi offerimus cor nostrum cum suis affectibus et rogamus te ut opera desideriaque nostra purifices (Sancta María, Esposa de Dios Espíritu Santo, Virgen purísima y castísima después del parto, te ofrecemos nuestro corazón con sus afectos y te pedimos que purifiques nuestras obras y deseos). Ave María.
En la segunda cuenta mayor:
Sancta Maria, templum et sacrarium totius Sanctissimae Trinitatis, Mater Dei et Semper Virgo, tecum in coelo Deo mereamur dicere (Santa María, templo y sagrario de la Santísima Trinidad, Madre de Dios y siempre virgen, que merezcamos cantar en el cielo contigo): Gloria Patri…
Estas fórmulas, siendo de pura devoción privada pueden abreviarse o simplemente omitirse, pero rezando el padrenuestro, las avemarías y el gloriapatri con los mismos sentimientos. Insistimos en que se trata de una práctica supererogatoria que nada añade a la integridad esencial del Santo Rosario, pero que puede ayudar a aumentar la piedad cuando se tiene buenamente tiempo.
También se puede alternar la triple invocación a la Virgen que aquí ofrecemos con tres avemarías ofrecidas (sobre todo en los primeros sábados de mes) por la conversión de Rusia, con la jaculatoria: Cor Mariae Immaculatum: esto Russiae salus (Corazón Inmaculado de María, salvad a Rusia).
4 comentarios:
Me lo acaba de preguntar una amiga, ¿qué se reza en esas tres cuentas? Yo recuerdo que con mi abuela siempre las rezábamos diciendo: 1ª"Virgen María antes del parto- Purifica nuestros pensamientos, 2ªVirgen María durante el parto- Purifica nuestras palabras, 3ª Virgen María después del parto,- Purifica nuestras actos. A la vez que nos persignábamos en la 1ª en la frente, en la segunda en la boca, y en la 3ª en el pecho.
Creo que decíamos, Purísima, Castísima, Inmaculada pero no estoy segura. A mí me gustaba rezarlas.
Dora Palop
por que quien dirige el rezo del rosario primero empieza con dios te salve maria....y luego en segundo misterio la asamblea comienza el ave María y quien dirige termina con santamaria madre dios????
¿no eran un padre nuestro, 3 ave maria y un gloria por las intenciones del santo padre?
Estimado Aquello es al iniciar el Santo Rosario, el artículo refiere al terminarlo.
Además, al finalizar, junto con el ósculo a la Santa Cruz: Por las intenciones de la Santa Iglesia; POR LAS INTENCIONES DE LA SANTA IGLESIA
Rogámoste Señor, por el feliz estado de la Santa Iglesia y prelados de ella, por las intenciones del Sumo Pontífice, la exaltación de nuestra santa fe católica, la paz y la concordia entre los gobiernos cristianos, la conversión de los judíos infieles, herejes y pecadores, por nuestros padres, parientes, bienhechores, amigos y enemigos, por los agonizantes, caminantes y navegantes, por las benditas almas del purgatorio y demás piadosos fines de nuestra santa madre la Iglesia. Amén.
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