NOVENA DEL NACIMIENTO
Ya estamos en la recta final del Adviento: hoy comienza la Novena del Nacimiento, que sirve de preparación inmediata para recibir a Jesús en el portal de Belén. Algunos santos –por ejemplo, santa Rosa de Lima– solían practicar un ejercicio de piedad parecido, que consistía en preparar el ajuar del Niño, dedicándose a hacer un obsequio espiritual cada uno de los días precedentes a la Navidad, como si fuera una prenda u objeto necesario para su cuidado (pañales, patucos, gorro, camisita, manto, etc.). Es una buena idea para emprender esta novena que proponemos y que está inspirada en la sagrada liturgia. Normalmente se debería hacer en las iglesias con canto y acompañamiento de coro, pero se puede perfectamente recitar en casa. Ofrecemos los textos en latín y su respectiva traducción al castellano. Acompañemos a María y a José en su viaje hacia Belén con este piadoso y hermoso ejercicio.
INVITATORIO
Los cantores entonan el estribillo:
CANTORES
CANTORES
Regem venturum Dóminum: Venite adoremus.
(Al Rey que ha de llegar, venid: adorémosle.)
El coro repite:
CORO
(Al Rey que ha de llegar, venid: adorémosle.)
El coro repite:
CORO
Regem venturum Dóminum: Venite adoremus.
(Al Rey que ha de llegar, venid: adorémosle.)
Los cantores cantan las siguientes profecías. Durante ellas, y en el Cántico y el Himno todos estarán de pie, aunque esté expuesto el Santísimo Sacramento.
CANTORES
Jucundare, filia Sion, et exulta satis, filia Jerusalem: ecce Dominus veniet, et erit in die illa lux magnam et stillabunt montes dulcedinem, et colles fluent lac et mel, quia veniet Propheta magnus, et ipse renovabit Jerusalem.
(Gózate, oh hija de Sión y da grandes saltos de alegría: he aquí que viene el Señor y aparecerá ese día una gran luz y los montes destilarán dulzura y los collados manarán leche y miel, pues vendrá el gran Profeta, el cual renovará a Jerusalén.)
(Al Rey que ha de llegar, venid: adorémosle.)
Los cantores cantan las siguientes profecías. Durante ellas, y en el Cántico y el Himno todos estarán de pie, aunque esté expuesto el Santísimo Sacramento.
CANTORES
Jucundare, filia Sion, et exulta satis, filia Jerusalem: ecce Dominus veniet, et erit in die illa lux magnam et stillabunt montes dulcedinem, et colles fluent lac et mel, quia veniet Propheta magnus, et ipse renovabit Jerusalem.
(Gózate, oh hija de Sión y da grandes saltos de alegría: he aquí que viene el Señor y aparecerá ese día una gran luz y los montes destilarán dulzura y los collados manarán leche y miel, pues vendrá el gran Profeta, el cual renovará a Jerusalén.)
CORO
Regem venturum Dóminum: Venite adoremus.
(Al Rey que ha de llegar, venid: adorémosle.)
CANTORES
Regem venturum Dóminum: Venite adoremus.
(Al Rey que ha de llegar, venid: adorémosle.)
CANTORES
Ecce veniet Deus, et homo de domo David sedere in throno, et videbitis, et gaudebit cor vestrum.
(He aquí que viene el Dios y Hombre de la Casa de David para sentarse en el trono, y lo veréis y se gozará vuestro corazón.)
CORO
Regem venturum Dóminum: Venite adoremus.
(Al Rey que ha de llegar, venid: adorémosle).
CANTORES
Ecce veniet Dominus protector noster, Sanctus Israël, coronam regni habens in capite suo, et dominabitur a mari usque ad mare, et a flumine usque ad terminos orbis terrarum.
(He aquí que viene el Señor nuestro protector, el Santo de Israel, que lleva la corona del reino en su cabeza y que dominará de un extremo al otro del mar y desde el río hasta los límites del orbe de la Tierra.)
CORO
Regem venturum Dóminum: Venite adoremus.
(Al Rey que ha de llegar, venid: adorémosle.)
CANTORES
Ecce apparebit Dominus, et non mentietur: si moram fecerit expecta eum, quia veniet et non tardabit.
(He aquí que aparecerá el Señor y no es mentira: si crees que demora, espéralo, pues viene y no tardará.)
CORO
Regem venturum Dóminum: Venite adoremus.
(Al Rey que ha de llegar, venid: adorémosle.)
CANTORES
Descendet Dominus sicut pluvia in vellus: orietur in diebus ejus justitia, et abundantia pacis, et adorabunt eum omnes reges terræ, omnes gentes servient ei.
(Descenderá el Señor como el rocío en el vellocino: y surgirá en esos días su justicia y la abundancia de su paz, y le adorarán todos los reyes de la Tierra y todas las naciones le servirán.)
CORO
Regem venturum Dóminum: Venite adoremus.
(Al Rey que ha de llegar, venid: adorémosle.)
CANTORES
Nascetur nobis parvulus, et vocabitur Deus fortis, ipse sedebit super thronum David patris sui, et imperabit, cujus potestas super humerum ejus.
(Nos nacerá un Niño y se llamará Dios fuerte y se sentará sobre el trono de David su padre y tendrá el imperio; su potestad se apoyará en su hombro.)
CORO
Regem venturum Dóminum: Venite adoremus.
(Al Rey que ha de llegar, venid: adorémosle.)
CANTORES
Bethlehem, civitas Dei summi, ex te exiet Dominator Israël, et egressus ejus sicut a principio dierum æternitatis, et magnificabitur in medio universæ terræ, et pax erit in terra nostra dum venerit.
(Belén, ciudad del gran Dios, de ti saldrá el Dominador de Israel y su proceder será como en el principio de los días de la eternidad, y se engrandecerá en medio de toda la Tierra y habrá paz en nuestra tierra cuando venga.)
CORO
Regem venturum Dóminum: Venite adoremus.
(Al Rey que ha de llegar, venid: adorémosle.)
En la Vigilia de Navidad los cantores añaden:
CANTORES
Crastina die delebitur iniquitas terræ, et regnabit super nos Salvator mundi.
(Mañana será quitada la iniquidad de la Tierra y reinará sobre nosotros el Salvador del mundo.)
CORO:
Regem venturum Dóminum: Venite adoremus.
(Al Rey que ha de llegar, venid: adorémosle.)
CANTORES
Prope est jam Dominus.
(Ya está cerca el Señor.)
CORO:
Venite, adoremus.
(Venid, adorémosle.)
(He aquí que viene el Dios y Hombre de la Casa de David para sentarse en el trono, y lo veréis y se gozará vuestro corazón.)
CORO
Regem venturum Dóminum: Venite adoremus.
(Al Rey que ha de llegar, venid: adorémosle).
CANTORES
Ecce veniet Dominus protector noster, Sanctus Israël, coronam regni habens in capite suo, et dominabitur a mari usque ad mare, et a flumine usque ad terminos orbis terrarum.
(He aquí que viene el Señor nuestro protector, el Santo de Israel, que lleva la corona del reino en su cabeza y que dominará de un extremo al otro del mar y desde el río hasta los límites del orbe de la Tierra.)
CORO
Regem venturum Dóminum: Venite adoremus.
(Al Rey que ha de llegar, venid: adorémosle.)
CANTORES
Ecce apparebit Dominus, et non mentietur: si moram fecerit expecta eum, quia veniet et non tardabit.
(He aquí que aparecerá el Señor y no es mentira: si crees que demora, espéralo, pues viene y no tardará.)
CORO
Regem venturum Dóminum: Venite adoremus.
(Al Rey que ha de llegar, venid: adorémosle.)
CANTORES
Descendet Dominus sicut pluvia in vellus: orietur in diebus ejus justitia, et abundantia pacis, et adorabunt eum omnes reges terræ, omnes gentes servient ei.
(Descenderá el Señor como el rocío en el vellocino: y surgirá en esos días su justicia y la abundancia de su paz, y le adorarán todos los reyes de la Tierra y todas las naciones le servirán.)
CORO
Regem venturum Dóminum: Venite adoremus.
(Al Rey que ha de llegar, venid: adorémosle.)
CANTORES
Nascetur nobis parvulus, et vocabitur Deus fortis, ipse sedebit super thronum David patris sui, et imperabit, cujus potestas super humerum ejus.
(Nos nacerá un Niño y se llamará Dios fuerte y se sentará sobre el trono de David su padre y tendrá el imperio; su potestad se apoyará en su hombro.)
CORO
Regem venturum Dóminum: Venite adoremus.
(Al Rey que ha de llegar, venid: adorémosle.)
CANTORES
Bethlehem, civitas Dei summi, ex te exiet Dominator Israël, et egressus ejus sicut a principio dierum æternitatis, et magnificabitur in medio universæ terræ, et pax erit in terra nostra dum venerit.
(Belén, ciudad del gran Dios, de ti saldrá el Dominador de Israel y su proceder será como en el principio de los días de la eternidad, y se engrandecerá en medio de toda la Tierra y habrá paz en nuestra tierra cuando venga.)
CORO
Regem venturum Dóminum: Venite adoremus.
(Al Rey que ha de llegar, venid: adorémosle.)
En la Vigilia de Navidad los cantores añaden:
CANTORES
Crastina die delebitur iniquitas terræ, et regnabit super nos Salvator mundi.
(Mañana será quitada la iniquidad de la Tierra y reinará sobre nosotros el Salvador del mundo.)
CORO:
Regem venturum Dóminum: Venite adoremus.
(Al Rey que ha de llegar, venid: adorémosle.)
CANTORES
Prope est jam Dominus.
(Ya está cerca el Señor.)
CORO:
Venite, adoremus.
(Venid, adorémosle.)
CANTICO
Lætentur cæli et exultet terra* jubilate montes laudem.
Erumpant montes jucunditatem* et colles justitiam.
Quia Dominus noster veniet* et pauperum suorum miserebitur.
Rorate cæli desuper et nubes pluant justum* aperiatur terra, et germinet Salvatorem.
Memento nostri Domine* et visita nos in salutari tuo.
Ostende nobis Domine miseericordiam tuam* et salutare tuum da nobis.
Emitte Agnum Domine dominatorem terræ* de petra deserti ad montem filiæ Sion.
Veni ad liberandum nos Domine Deus virtutum* ostende faciem tuam, et salvi erimus.
Veni Domine visitare nos in pace* ut lætemur coram te corde perfecto.
Ut cognoscamus Domine in terra viam tuam,* in omnibus gentibus salutare tuum.Excita Domine potentiam tuam et veni* ut salvos facias nos.
Veni Domine et noli tardare* relaxa facinora plebis tuæ.
Utinam dirumperes cælos et descenderes* a facie tua montes defluerent.
Veni et ostende nobis faciem tuam Domine* qui sedes super Cherubim.
Gloria Patri et Filio* et Spiritui sancto.Sicut erat in principio et nunc et semper* et in sæcula sæculorum. Amen.
(Alégrense los cielos y exulte la tierra, cantad, oh montes, con júbilo alabanza.
Prorrumpan los montes con cantos de gozo y los collados con cantos de justicia.
Porque vendrá nuestro Señor y se apiadará de sus pobres.
Enviad los cielos el rocío de lo alto y que las nubes lluevan al Justo; ábrase la tierra y brote el Salvador.
Acuérdate de nosotros, Señor, y visítanos con tu salvación.
Muéstranos, Señor, tu misericordia, y danos tu salvación.
Envía, Señor, a tu Cordero como dominador de la Tierra, desde la roca del desierto hasta el monte de la hija de Sión.
Ven a liberarnos, Señor Dios de las virtudes, muéstranos tu rostro y seremos salvos.
Ven, Señor, visítanos en tu paz para que nos alegremos en tu presencia de todo corazón.
Para que conozcamos, Señor, tu camino en la Tierra y tu salvación entre todas las naciones.
Manifiesta tu poder, Señor, y ven para que nos salves.
Ven, Señor, no tardes; absuelve a tu pueblo de sus crímenes.
Ojalá rasgues los cielos y desciendas; ante tu rostro se disolverán las montañas.
Ven y muéstranos tu rostro, Señor, Tú que te sientas entre querubines.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, y ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.)
El celebrante, en tono de Capítulo, dice:
CELEBRANTE
Præcursor pro nobis ingreditur Agnus sine macula, secundum ordinem Melchisedech, Pontifex factus in æternum, et in sæculum sæculi. Ipse est Rex justitiæ cujus generatio non habet finem.
(Como precursor es introducido el Cordero inmaculado, hecho pontífice para siempre según el orden de Melquisedec y por los siglos de los siglos. Él es el Rey de justicia, cuyo tiempo no tendrá fin.)
CORO
Deo gratias.
(A Dios gracias.)
(Alégrense los cielos y exulte la tierra, cantad, oh montes, con júbilo alabanza.
Prorrumpan los montes con cantos de gozo y los collados con cantos de justicia.
Porque vendrá nuestro Señor y se apiadará de sus pobres.
Enviad los cielos el rocío de lo alto y que las nubes lluevan al Justo; ábrase la tierra y brote el Salvador.
Acuérdate de nosotros, Señor, y visítanos con tu salvación.
Muéstranos, Señor, tu misericordia, y danos tu salvación.
Envía, Señor, a tu Cordero como dominador de la Tierra, desde la roca del desierto hasta el monte de la hija de Sión.
Ven a liberarnos, Señor Dios de las virtudes, muéstranos tu rostro y seremos salvos.
Ven, Señor, visítanos en tu paz para que nos alegremos en tu presencia de todo corazón.
Para que conozcamos, Señor, tu camino en la Tierra y tu salvación entre todas las naciones.
Manifiesta tu poder, Señor, y ven para que nos salves.
Ven, Señor, no tardes; absuelve a tu pueblo de sus crímenes.
Ojalá rasgues los cielos y desciendas; ante tu rostro se disolverán las montañas.
Ven y muéstranos tu rostro, Señor, Tú que te sientas entre querubines.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, y ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.)
El celebrante, en tono de Capítulo, dice:
CELEBRANTE
Præcursor pro nobis ingreditur Agnus sine macula, secundum ordinem Melchisedech, Pontifex factus in æternum, et in sæculum sæculi. Ipse est Rex justitiæ cujus generatio non habet finem.
(Como precursor es introducido el Cordero inmaculado, hecho pontífice para siempre según el orden de Melquisedec y por los siglos de los siglos. Él es el Rey de justicia, cuyo tiempo no tendrá fin.)
CORO
Deo gratias.
(A Dios gracias.)
HIMNO
En clara vox redarguit
Obscura quæque personans:
Procul fugentur somnia,
Ab alto Jesus promicat.
En Agnus ad nos mittitur
En Agnus ad nos mittitur
Laxare gratis debitum:
Omnes simul cum lacrymis
Precemur indulgentiam.
Beatus Auctor sæculi
Beatus Auctor sæculi
Servile corpus induit:
Ut carne carnem liberans,
Ne perderet quos condidit.
Castæ Parentis viscera
Castæ Parentis viscera
Cælestis intrat gratia:
Venter puellæ bajulat
Secreta quæ non noverat.
Domus pudici pectoris
Domus pudici pectoris
Templum repente fit Dei,
Intacta nesciens virum
Concepit alvo Filium.
Deo Patri sit gloria,
Deo Patri sit gloria,
Ejusque soli Filio,
Cum Spiritu Paraclito
In sæculorum sæcula. Amen.
(Oíd la clara voz que, resonando,
(Oíd la clara voz que, resonando,
Refuta con su luz la sombra inmensa,
Y ved, mientras los sueños se disipan,
Despuntar a Jesús sobre la tierra.
Ved al Cordero que nos fue mandado
Ved al Cordero que nos fue mandado
Para pagar nuestra primera deuda,
Y alzando hasta sus ojos nuestros ojos
Pidámosle con lágrimas clemencia.
Bendito sea el Creador del mundo
Que de cuerpo mortal se ha revestido
Liberando a la carne con su carne
Para no perder a los que creó.
A las entrañas de la casta Madre
Entra el que es la gracia del cielo,
Y el seno de la ínclita doncella
Encierra muy recónditos misterios.
La morada de un corazón púdico
Casa de Dios se vuelve de repente:
La Virgen no tocada por varón
Al Hijo en su vientre ha concebido.
A Dios Padre sea dada la gloria
Y también a su Hijo Unigénito,
Junto con el Espíritu Paráclito
Por los siglos de los siglos. Amén.)
Al Magníficat se canta la antífona correspondiente al día, en el orden siguiente:
Día 16.- Ecce veniet Rex, Dominus terræ, et ipse auferet jugum captivitatis nostræ.
(He aquí que viene el Rey, Señor de la Tierra, que nos quitará el yugo de nuestra cautividad).
Día 17.- O Sapientia, quæ ex ore Altissimi prodiisti, attingens a fine usque ad finem fortiter, suaviterque disponens omnia: veni ad docendum nos viam prudentiæ.
(Oh Sabiduría, que brotaste de los labios del Altísimo, abarcando del uno al otro confín y ordenándolo todo con firmeza y suavidad, ¡ven y muéstranos el camino de la prudencia!)
Día 18.- O Adonai et Dux domus Israël, qui Moysi in igne flammæ rubi apparuisti, et ei in Sina legem dedisti: veni ad redimendum nos in brachio extento.
(Oh Adonai, Caudillo de la casa de Israel, que te apareciste a Moisés en la zarza ardiente y en el Sinaí le diste tu ley, ¡ven a librarnos con el poder de tu brazo!).
Día 19.- O radix Jesse, qui stas in signum populorum, super quem continebunt reges os suum, quem gentes deprecabuntur: veni ad liberandum nos, jam noli tardare.
(Oh Renuevo del tronco de Jesé, que te alzas como un signo para los pueblos, ante quien los reyes enmudecen y cuyo auxilio imploran las naciones, ¡ven a librarnos, no tardes más!)
Día 20.- O clavis David, et sceptrum domus Israël; qui aperis et nemo claudit, claudis et nemo aperit: veni et educ vinctum de domo carceris, sedentem in tenebris et umbra mortis.
(Oh Llave de David y Cetro de la casa de Israel, que abres y nadie puede cerrar, cierras y nadie puede abrir, ¡ven y libra los cautivos que viven en tinieblas y en sombra de muerte!)
Día 21.- O Oriens, splendor lucis æternæ, et sol justitiæ: veni et illumina sedentes in tenebris et umbra mortis.
(Oh Sol que naces de lo alto, Resplandor de la Luz Eterna, Sol de justicia, ¡ven ahora a iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte!)
Día 22.- O Rex gentium, et desideratus earum: lapisque angularis, qui facis utraque unum: veni, et salva hominem, quem de limo formasti.
(Oh Rey de las naciones y Deseado de los pueblos, Piedra angular de la Iglesia, que haces de dos pueblos uno solo, ¡ven y salva al hombre que formaste del barro de la tierra!)
Día 23.- O Emmanuel, Rex et legifer noster, exspectatio gentium, et Salvator earum: veni ad salvandum nos, Domine Deus noster.
(Oh Emmanuel, Rey y Legislador nuestro, esperanza de las naciones y salvador de los pueblos, ¡ven a salvarnos, Señor Dios nuestro!)
Día 24.- Cum ortus fuerit sol de cælo, videbitis Regem regum procedentem a Patre, tamquam sponsum de thalamo suo.
(Cuando haya salido el Sol en el horizonte, veréis al Rey de reyes venir del Padre como Esposo de su tálamo).
A continuación se canta el Magníficat.
Bendito sea el Creador del mundo
Que de cuerpo mortal se ha revestido
Liberando a la carne con su carne
Para no perder a los que creó.
A las entrañas de la casta Madre
Entra el que es la gracia del cielo,
Y el seno de la ínclita doncella
Encierra muy recónditos misterios.
La morada de un corazón púdico
Casa de Dios se vuelve de repente:
La Virgen no tocada por varón
Al Hijo en su vientre ha concebido.
A Dios Padre sea dada la gloria
Y también a su Hijo Unigénito,
Junto con el Espíritu Paráclito
Por los siglos de los siglos. Amén.)
Al Magníficat se canta la antífona correspondiente al día, en el orden siguiente:
Día 16.- Ecce veniet Rex, Dominus terræ, et ipse auferet jugum captivitatis nostræ.
(He aquí que viene el Rey, Señor de la Tierra, que nos quitará el yugo de nuestra cautividad).
Día 17.- O Sapientia, quæ ex ore Altissimi prodiisti, attingens a fine usque ad finem fortiter, suaviterque disponens omnia: veni ad docendum nos viam prudentiæ.
(Oh Sabiduría, que brotaste de los labios del Altísimo, abarcando del uno al otro confín y ordenándolo todo con firmeza y suavidad, ¡ven y muéstranos el camino de la prudencia!)
Día 18.- O Adonai et Dux domus Israël, qui Moysi in igne flammæ rubi apparuisti, et ei in Sina legem dedisti: veni ad redimendum nos in brachio extento.
(Oh Adonai, Caudillo de la casa de Israel, que te apareciste a Moisés en la zarza ardiente y en el Sinaí le diste tu ley, ¡ven a librarnos con el poder de tu brazo!).
Día 19.- O radix Jesse, qui stas in signum populorum, super quem continebunt reges os suum, quem gentes deprecabuntur: veni ad liberandum nos, jam noli tardare.
(Oh Renuevo del tronco de Jesé, que te alzas como un signo para los pueblos, ante quien los reyes enmudecen y cuyo auxilio imploran las naciones, ¡ven a librarnos, no tardes más!)
Día 20.- O clavis David, et sceptrum domus Israël; qui aperis et nemo claudit, claudis et nemo aperit: veni et educ vinctum de domo carceris, sedentem in tenebris et umbra mortis.
(Oh Llave de David y Cetro de la casa de Israel, que abres y nadie puede cerrar, cierras y nadie puede abrir, ¡ven y libra los cautivos que viven en tinieblas y en sombra de muerte!)
Día 21.- O Oriens, splendor lucis æternæ, et sol justitiæ: veni et illumina sedentes in tenebris et umbra mortis.
(Oh Sol que naces de lo alto, Resplandor de la Luz Eterna, Sol de justicia, ¡ven ahora a iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte!)
Día 22.- O Rex gentium, et desideratus earum: lapisque angularis, qui facis utraque unum: veni, et salva hominem, quem de limo formasti.
(Oh Rey de las naciones y Deseado de los pueblos, Piedra angular de la Iglesia, que haces de dos pueblos uno solo, ¡ven y salva al hombre que formaste del barro de la tierra!)
Día 23.- O Emmanuel, Rex et legifer noster, exspectatio gentium, et Salvator earum: veni ad salvandum nos, Domine Deus noster.
(Oh Emmanuel, Rey y Legislador nuestro, esperanza de las naciones y salvador de los pueblos, ¡ven a salvarnos, Señor Dios nuestro!)
Día 24.- Cum ortus fuerit sol de cælo, videbitis Regem regum procedentem a Patre, tamquam sponsum de thalamo suo.
(Cuando haya salido el Sol en el horizonte, veréis al Rey de reyes venir del Padre como Esposo de su tálamo).
A continuación se canta el Magníficat.
MAGNIFICAT
Magnificat *
anima mea Dominum,
et exsultavit spiritus meus *
in Deo salutari meo.
Quia respexit humilitatem ancillae suae, *
ecce enim ex hoc beatam me dicent omnes generationes.
Quia fecit mihi magna qui potens est: *
et sanctum nomen ejus,
et misericordia ejus a progenie in progenies *
timentibus eum.
Fecit potentiam in brachio suo, *
dispersit superbos mente cordis sui,
deposuit potentes de sede, *
et exaltavit humiles,
esurientes implevit bonis, *
et divites dimisit inanes.
Suscepit Israel puerum suum, *
recordatus misericordiae suae,
sicut locutus est ad patres nostros, *
Abraham et semini ejus in saecula.
Gloria Patri, et Filio, *
et Spiritui Sancto.
Sicut erat in principio, et nun et semper, *
et in saecula saeculorum. Amen.
(Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abrahán
y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén).
Se repite la antífina y el celebrante dice en voz alta:
V. Dominus vobiscum.
(El Señor esté con vosotros).
R. Et cum spiritu tuo.
(Y con tu espíritu).
Oremus. Festina, quaesumus, Domine, ne tardaveris et auxilium nobis supernae virtutis impende ut adventus tui consolationibus subleventur qui in tua pietate confidunt. Qui vivis et regnas cum Deo Patre in unitate Spiritus Sancti Deus, per omnia saecula saeculorum. R. Amen.
(Oremos. Apresúrate, Señor, no tardes y emplea sobre nosotros el auxilio de la fuerza de lo alto para que los que confían en tu piedad sean sostenidos por el consuelo de tu advenimiento. Tú, que vives y reinas con Dios Padre en la unidad del Espíritu Santo Dios, por los siglos de los siglos. Amén).
anima mea Dominum,
et exsultavit spiritus meus *
in Deo salutari meo.
Quia respexit humilitatem ancillae suae, *
ecce enim ex hoc beatam me dicent omnes generationes.
Quia fecit mihi magna qui potens est: *
et sanctum nomen ejus,
et misericordia ejus a progenie in progenies *
timentibus eum.
Fecit potentiam in brachio suo, *
dispersit superbos mente cordis sui,
deposuit potentes de sede, *
et exaltavit humiles,
esurientes implevit bonis, *
et divites dimisit inanes.
Suscepit Israel puerum suum, *
recordatus misericordiae suae,
sicut locutus est ad patres nostros, *
Abraham et semini ejus in saecula.
Gloria Patri, et Filio, *
et Spiritui Sancto.
Sicut erat in principio, et nun et semper, *
et in saecula saeculorum. Amen.
(Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi Salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abrahán
y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén).
Se repite la antífina y el celebrante dice en voz alta:
V. Dominus vobiscum.
(El Señor esté con vosotros).
R. Et cum spiritu tuo.
(Y con tu espíritu).
Oremus. Festina, quaesumus, Domine, ne tardaveris et auxilium nobis supernae virtutis impende ut adventus tui consolationibus subleventur qui in tua pietate confidunt. Qui vivis et regnas cum Deo Patre in unitate Spiritus Sancti Deus, per omnia saecula saeculorum. R. Amen.
(Oremos. Apresúrate, Señor, no tardes y emplea sobre nosotros el auxilio de la fuerza de lo alto para que los que confían en tu piedad sean sostenidos por el consuelo de tu advenimiento. Tú, que vives y reinas con Dios Padre en la unidad del Espíritu Santo Dios, por los siglos de los siglos. Amén).
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